El año comienza con esta luna llena maravillosa. Luna velada por nubes que se mueven deprisa: el viento del norte, muy frío, las empuja con brío y sus diminutos prismas juegan a ser pintores de un cielo que muda a cada segundo. Arte espontáneo de la naturaleza.

La luna, la gran Diosa Madre de todos los Cielos, se muestra con todo su poder creativo esta primera noche de este año naciente. Premoniciones divinas llamando al hombre y a su verdadera naturaleza, para que ambos se encuentren y puedan fecundar un nuevo cosmos.

Tiempos de cambio para la humanidad: una oportunidad para reinventarnos, para hacernos mejores, para exprimir la creatividad humana y elaborar con ella el más sublime de todos sus jugos. No dejes de creer en ello, porque todo es posible cuando permites respirar a todos tus sueños…