10 octubre, 201811 octubre, 2018 Rojo sobre gris Atardeceres grises sobre un rojo marchito de recuerdos sin amapolas En la penumbra, las palabras buscan un dueño que las nombre En el camino, las pisadas van delineando su hilera. Rojo de nube sobre tierra de yesos tantas veces forjada con los fragmentos perdidos del alma En el horizonte no se posa la sombra del destino Y en la mirada, los restos del pecio sin bandera se sumergen, sin remedio, en la arena Caerán los brazos agotados Y la música rodará ladera abajo: desdibujada. Mil años de silencios vendrán a ahondar sus puntales en la tierra Y, sin saberlo, sostendrán un nuevo nacimiento bajo el gris de mis atardeceres rojos. Compártelo:TwitterFacebookMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado
En la penumbra, las palabras buscan un dueño que las nombre Me encantó de principio a fin. Un saludo Me gustaLe gusta a 1 persona Responder
En la penumbra, las palabras buscan un dueño que las nombre
Me encantó de principio a fin. Un saludo
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Muchas gracias, Vicente. Un saludo 🙂
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A ti. Tiene mucho y bueno tu poema. Mi enhorabuena.
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