Sonata de otoño

Ahora, cuando la niebla desciende por la ladera

Difuminando colores y formas

¿Recordaré los versos que te musité aquella noche?

Ahora, cuando no hay señales de un norte robusto

Y las sombras son esa escarcha de grises en ascenso

¿Encontraré las piedras que tallamos con nuestros besos?

¿O quizá la corriente las habrá redondeado como ecos anónimos de nuestros abrazos?

La mirada brillante

La palabra suave

Y nuestros silencios

¿Serán quizá esta senda errante y sin viajeros?

Maleza extraña, inédita y desordenada

Para extraviar los vestigios de tus huellas

Y llegar hasta aquí

Dónde ya no me encuentro

 

4 comentarios en “Sonata de otoño

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