Amiga mía…

Entre el sol y la lluvia hay un enorme espacio donde habitan casi todos los colores. Y es así, amiga mía, porque los que faltan, son aquellos que dibujan tu sonrisa, tus ganas, tu fuerza y tu ser: los más bellos pigmentos con los que soñaban aquellos pintores de antaño, cuando los molían con mimo en sus morteros de vidrio.

Para vivir la belleza, solo hay que abrir los ojos y mirar… Mirar hasta encontrar en una simple gota de lluvia el resumen, divino y grandioso, de nuestro universo ¡Que hermosos instantes! ¡Cuánta delicadeza concentrada en tan poco volumen! Somos hijos del asombro ¿No es cierto?

Nacemos, crecemos, luchamos, pataleamos, vivimos, reímos, gozamos, lloramos… Pero también nos regresamos a las raíces de un aletargado invierno que espera a esa luz de la primavera. Aquella que habrá de germinar sus flores desde lo más profundo de la tierra: la vida envuelta en un hermoso y delicado papel de regalo.

Y en este viaje vamos acumulando nuestros mas preciados tesoros: una sonrisa, un abrazo, un beso, una mirada envuelta en una frase repleta de palabras policromadas. Es impresionante el inmenso valor de todas estas pequeñas cosas ¿Verdad? Como lo es el que ahora yo esté aquí escribiéndote estas diminutas líneas que, de alguna manera, nos unen y hermanan. Y si te digo la verdad: me encanta…

2 comentarios en “Amiga mía…

  1. La belleza está en tus palabras describiendo esa naturaleza que ciertamente hermosa está a nuestro lado y que nos sale siempre al paso en cualquier estación, no solo en primavera. La vida está a nuestro alrededor, pero más si cabe en esas pequeñas cosas que a veces nos pasan inadvertidas, esa gota de lluvia a la que hoy cedes tu espacio y tus hermosas palabras. Y que yo elevo a apreciación sumamente bella leyéndote. Ella no te lo agradecerá, pero yo sí.
    Un abrazo, me alegro de tu regreso.

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  2. Vaya… Paz… Me dejas sin palabras 🙂

    Muchas gracias por entrar, leer y comentar.

    Como bien sabes, me gusta fijarme en esas pequeñas cosas inadvertidas: como las gotas de lluvia, por ejemplo. Éstas, aunque provienen de una misma matriz, no dejan de ser simples clones, por más que intenten dibujarse a sí mismas bajo aparentes formas y colores. Son como los actores de un doblaje: capaces de impostar la voz y el acento de muchas maneras diferentes… Es asombroso ¿Verdad?

    Gracias por tu apreciación tan hermosa y tan llena de contenido como el espacio que media entre dos galaxias… Me abrumas, amiga! 🙂

    Un fuerte abrazo, Paz… Deseando que tu camino siga por esa bonita senda tan colmada de amor y amistad por la que transitas 🙂

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